Que alegría volver a viajar, por fin después de casi cinco meses de cuarentena, puedo continuar con mi idea de vivir viajando. Estos meses han sido muy difíciles para todos, estar encerrados en casa parece algo sencillo, y al principio lo es; pero con los días crece la incertidumbre, y no saber cuándo esto va a terminar nos produce un desespero que por más que nos controlemos, termina pasándonos factura en algún aspecto de nuestra vida. Se que esta situación está lejos de nuestro control, pero podemos tomar medidas que minimicen sus efectos, y ser fuerte para no sucumbir ante el miedo. Yo estaba loco por volver a viajar y esta semana pude hacerlo. Así que voy aprovechar para contarles mi experiencia viajando en tiempos del covid-19, de manera que puedan tener una idea de los protocolos que se siguen en aeropuertos y dentro del avión, por si deciden viajar.
Viajé de Fort Lauderdale-Florida a Cancún-México. Lleve conmigo guantes, tapabocas, toallitas desinfectantes y antibacterial para las manos. Cuando llegué al aeropuerto encontré a todo el personal usado tapabocas, al igual que los pasajeros, además señales de distancia social, tanto en el piso como en los asientos. En la entrada encontré dispensadores de desinfectantes para manos, y también distribuidos por todo el aeropuerto. Dentro el avión la cosa es diferente, al menos en cuanto a la distancia social, puesto que el avión no tenía un puesto libre, estaba al cien por ciento de su capacidad, así que la distancia social no se cumplio; pero todo mundo tenía puesto su tapabocas, además se informaba por el altavoz mantenerlo puesto durante todo el vuelo. Yo limpie mi asiento con una toallita antibacterial antes de sentarme, como decimos en colombia “por si las moscas” Como siempre pasa cuando el avión aterriza, todo el mundo se levanta con un inexplicable desespero por salir. Se amontonaron esperando que se abra la puerta del avión, como si hubieran viajado obligados; sin embargo yo estaba feliz, porque gracias a Dios el vuelo había terminado y estaba en tierra firme, y fuera de peligro.
Cuando salí del Avión, encontré nuevamente a todo el personal del aeropuerto de Cancun usando mascarillas, incluso personal con trajes protectores, desinfectando áreas del aeropuerto, lo que no vi en el Aeropuerto de Fort Lauderdale, pero al igual que en los Estados Unidos si había señales de distancia social tanto en el piso como en los asientos, y dispensadores con desinfectantes por todo el aeropuerto.
Cancún inició su reapertura el 15 de Junio. Esta zona de México tiene el turismo como principal actividad económica, por lo tanto se ha visto muy golpeada con la crisis del covid-19, por eso han tomado medidas muy estrictas para la prevención. El uso del tapabocas es obligatorio para todo el mundo, y todo negocio tiene un dispensador de desinfectante en la entrada. Sea restaurantes, oficinas, hoteles, supermercados, en todos se encuentra alguien poniendo desinfectante a cada persona que entre. Por lo que he podido saber de otras personas que han viajado en estos días, las medidas de bioprotección, son similares, se ha hablado de tomar la temperatura de las personas en los aeropuerto, pero en estos dos que estuve eso no se dió.
Al igual que después del 9-11 que todos los aeropuertos en el mundo hicieron más estrictos sus protocolos de seguridad, lo mismo va a pasar en adelante con los protocolos de bioprotección. El ejercicio de viajar va a cambiar y es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos, incluso después de que se haya encontrado una vacuna. Debemos estar dispuesto al cambio si queremos seguir con nuestras vidas, dejar el miedo pero protegernos; siendo cautos, pero sin paranoia; el ser humano tiene una fortaleza única y gracias a ella, a través de los milenios se ha mantenido en lo más alto de la cadena evolutiva. fuerza que podemos!!!
Amigo lector deja tu comentario después de leer. Dime qué te parecen todas estas medida que se están tomando a la hora de viajar.
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